viernes, 9 de septiembre de 2011

Bilbao, dónde los sueños se hacen realidad


En mi último post, intenté hacer una crónica de lo que fue el épico triunfo de Samuel Sánchez en Luz Ardiden en el pasado Tour de Francia. Diez años después del conseguido por Roberto Laiseka en la misma cima y con el mismo maillot. El del Euskaltel Euskadi. En ese lugar recóndito de los pirineos empezó a generarse lo que hoy se conoce como la marea naranja. Con casi total seguridad esa marea, hoy, 9 de septiembre del 2011, ha vivido su día más glorioso.

33 años hacía que la Vuelta Ciclista a España no transitaba por las carreteras del País Vasco. Territorio de Euskaltel, que por aquel entonces ni existía. Bilbao y toda Euskadi esperaban cargados de ilusión la etapa de hoy para poder enseñar al mundo, que la vasca, es de lejos, la mejor afición que hay en este maravilloso deporte.

Sólo había que ver cómo estaban las cunetas del Alto del Vivero y la gran Vía de Bilbao. Me quedaría corto si dijera que no cabía ni un alfiler. Las filas de gente apartándose in extremis al paso de los ciclistas recordaban a las grandes citas del Tour, ya sea en Pirineos o en Alpes. El griterío era ensordecedor incluso en televisión. Gente movida por una sola pasión, que no es otra que la bicicleta. Pasando por encima de la política. Toda una lección y que demuestra que la Vuelta no puede tardar otros 33 años en volver por estos bellos y más que necesarios parajes para el ciclismo.

Y entre medio de toda esa muchedumbre apareció Igor Antón, soltando a sus compañeros de fuga en la última ascensión del Alto del Vivero. Abriéndose paso entre su afición que enloquecía en ver a su ciclista y a su equipo de camino a una victoria histórica.

Los últimos metros de la etapa estuvieron cargados de sentimentalismo en una conjunción perfecta de deporte y pasión. Seguro que más de uno no pudo contener las lágrimas de alegría al ver entrar a Igor primero en la línea de meta. Euskaltel ha escrito su página más brillante en una etapa que quedará grabada en la mente de todo amante del ciclismo.

Yo, un simple aficionado, hoy he entendido el significado que tiene la bicicleta para cientos de miles de personas que han dado toda una lección. Al acabar la retransmisión, he apagado la tele y en mi cara se dibujaba una sonrisa orgullosa de amar al ciclismo por encima de cualquier otro deporte.

Gracias por el día que nos habéis regalado.