Un país que tiene como símbolo un
chavalín que se pasa el día meando, sólo puede tener una bebida como bandera.
Sí. Ese zumo de cebada enemigo de las vejigas más pequeñas. Bélgica y sus
cervezas. Un censo elaborado en 2013 constató que en el país de los adoquines
se producen cerca de 1.300 tipos de diferentes cervezas! Una barbaridad.
Cientos de marcas diferentes, de todos los gustos, sabores y aromas.
Pedirse una cerveza en Bélgica no
es como tomar una caña de Estrella. ¡Con todos mis respetos! Es todo un ritual.
Cada cerveza para su momento adecuado. Cada sabor y textura para su paladar.
Sólo hace falta darse una vuelta por el centro de Bruselas para darse cuenta que
los belgas aman su bebida. No hay terraza, mesa o mano sin ella. Además, cada
marca viene con su correspondiente vaso –o casi todas-. Es difícil encontrar
cervezas en los surtidores de los bares. Todas ellas son servidas en botella y
con su respectivo vaso.
Su historia se remonta a la época
medieval. Por aquel entonces estaba prohibida la ingesta de bebidas
alcohólicas. Pero debido a que muchas aguas de manantiales no fuesen potables –o
en algunos casos envenenadas - permitió la redacción de una orden que permitía
el consumo de estas bebidas. Los monjes fueron quienes aprovecharon esta
circunstancia para empezar a elaborar el preciado líquido. Las que hoy se
conocen como las cervezas Trapistas. Aquellas elaboradas en monasterios
trapenses y que tiene que cumplir una serie de requisitos marcados por la
Asociación Internacional Trapense si quieren lucir el logo “Authentic TrappistProduct” (ATP).
En Bélgica se encuentran 6 de
ellos que producen las Chimay, Westmalle, Orval, Rochefort, Achel. Y la Westvleteren por encima de todas. La
botella puede llegar a costar 8 euritos. Aún no he tenido el placer de llevármela
a la boca. La que sí he catado es la Bush. La que se dice que es la cerveza más
fuerte en Bélgica. 12 grados tiene la amiga. Al beberla me recordó a aquella “Dragoon?”
que servían en el Pub Excalibur de Tarragona años A. Y ya sabemos cómo acababan
las noches después de 2 pintas de esas. Ah, bendita la cerveza y que ganas de
expulsar Mi agüita amarilla como
dirían los Toreros Muertos. A su salud!
http://www.youtube.com/watch?v=65mkv5__Bk0