martes, 6 de agosto de 2013

El Pantani más personal

Hacía tiempo que quería abordar el mundo del "Pirata" Pantani pero hasta ahora no había tenido tiempo. Deseaba devorar la obra "Un hombre en fuga" traducida al castellano de la mano de la editorial Cultura Ciclista. Quería conocer la vida del Panta, sus inicios, su carrera, sus triunfos y derrotas y sobretodo el porqué de su fin. Este libro me ha transportado a su mundo y ahora siento mucha más admiración hacia su figura. Y mucha pena. Una profunda pena.

Su historia empieza cómo muchas otras. Un muchacho con pocos recursos pero que de repente, una bicicleta se cruza en su camino. El gusanillo del ciclismo le devora por dentro hasta que cumple su sueño de ser profesional gracias a su talento en las cumbres. Pantani fue y será un ídolo. Por su genio y personalidad sobre ruedas. Pero pocos conocían al verdadero Marco. Su familia y unos pocos allegados. El caso de su Mánager y amiga Manuela Ronchi, quién nos acerca su trágica biografía juntamente con el periodista Gianfranco Josti.

Un hombre débil que necesitaba demasiadas motivaciones para competir. Su amor por una mujer le hizo volverse demasiado loco en numerosas ocasiones. Acusaciones de dopaje, fraude deportivo incluyendo visitas a los tribunales. Malas influencias personales... demasiadas cargas para una mentalidad frágil que no pudo soportar el peso de la fama. La gloria de ser un ícono. Tenía la majestuosidad de un imponente castillo de arena. Pero esa arena, blanca, se lo llevó por delante arrastrado por un Tsunami. Cocaína era su nombre. Su único refugio en los días de desesperación. Un refugio que  no le pudo dar su amada bici, aquella que después de la temporada del 98' (la del doblete Giro Tour) se convirtió en una losa muy pesada. Ese año fue su gloria deportivo. El siguiente fue el inicio de su entierro profesional y personal. Durante la disputa del Giro del 99 en el que era líder, un control sanguíneo desveló unos niveles de hematocrito por encima de lo permitido. Il Pirata fue descalificado.

Panta se dejó ir y no pudo escalar esa montaña nevada. Un hombre en fuga nos conduce poco a poco por esta cumbre. Con curvas y pendientes de drama con porcentajes salvajes endurecidos aún más por el mundo ciclista. Con todo lo que conlleva. Aficionados, compañeros, directores y periodistas. En definitiva, una sociedad que nunca supo la verdad -o no quiso saberla- y sólo se quedó con sus casos de dopaje y su muerte por sobredosis. El morbo de la vida.  Si fuisteis admiradores del gran Marco no dejéis pasar la oportunidad de conocer su vida personal más allá de los focos mediáticos. 

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